miércoles, 8 de mayo de 2013

Acta 2ª


ACTA DE LA SEGUNDA TERTULIA  GASTRONÓMICO-LITERARIA ALEJANDRÍA


SIMANCAS. CASA DEL ARTE. 3 de mayo de 2013.

TÍTULO: El cielo es azul, la tierra blanca. Iromi Kawakami. Acantilado,  2001.

1-      Inician los tertulianos este segundo y venturoso encuentro con conversación trascendente acerca de lo divino y lo humano, a la par que degustan una selección de exquisiteces de la casa, a saber: ensalada de rúcula y perdiz escabechada con vinagre de Módena como entrante, seguida de  carrillera de cerdo ibérico con reducción de Pedro Ximénez, tomatitos asados y virutas de manzana Gran Smith, y postre de leche merengada de Tordesillas sobre browny con frutos secos. Digno de mención es el acompañamiento con sake de tan selectos manjares, detalle difícil de superar de nuestro insigne becario: Manuel.

2-      La susodicha comida se adereza, cual si de un lienzo impresionista se tratara,  con comentarios varios y oportunos sobre la obra en cuestión, si bien la tertulia da comienzo cuando  platos  y copas se hallan vacíos. Rompe el hielo esta que suscribe como convocante y sugeridora de esta segunda novela: la elección obedece a un recuerdo muy vivo y reciente de su lectura y una sensación aún muy presente de placidez, de paz y de deseo de proseguir adentrándome en la historia a pesar (o tal vez por) su lentitud; escenas inolvidables (la excursión a por setas), personajes sorprendentes (como la ex mujer del maestro), fascinación por un ritmo y una manera de contar distintas, constituyen los principales ingredientes de mi lectura. Continúa  Amparo destacando cómo la historia desarticula el tabú de la relación profesor-alumna y cómo ésta muestra una postura siempre feminista en sus decisiones, sus actitudes, que chocan con la idea de una sociedad japonesa machista que tenemos; le gusta la idea de dos personas que comparten su soledad, lo cual desata algún comentario de desacuerdo entre los asistentes. Teresa confiesa su fascinación por Japón y por lo tanto su disfrute con este libro, y nos ilustra con su conocimiento de primera mano de esta cultura,  aclarando algunos detalles que se nos escapan sin notas a pie de página: la costumbre de comer fuera de casa y en solitario está fuertemente extendida, el respeto hacia el otro es una de sus  señas de identidad, el sake como pretexto para salir y festejar en solitaria compañía. Esperanza califica este libro como plano,  sin emociones, pero que se lee bien, con agrado y sin deseos de abandonarlo; añade que tiene un cierto atractivo el relato de una historia tan tierna, incluso un poco pueril.

3-       Ana expresa su tristeza por tener que abandonarnos y confiesa que su inmersión en estas aguas duró sólo tres capítulos, pues la lentitud y la sensación de falta de argumento, pudieron con su afán lector. Y sin más dilación, nos abandona. Prosigue la ronda Manuel, quien afirma que le ha gustado por ser diferente, e incluso asegura que es el segundo libro que más le ha gustado  en los últimos 5 años  (lo cual llena de satisfacción a esta humilde fomentadora); la historia respira de una filosofía japonesa que llena e invita a la reflexión, si bien resulta un poco pesada en su lectura. Mariola corrobora la opinión del tertuliano antecedente y añade que resulta lento al principio y durante toda la lectura se espera que suceda algo, pero que el final es muy bonito, e incluso –nos confiesa en un arrebato de confidencialidad- le hizo llorar.

4-      En este punto se suscita la duda acerca de la duración total del romance ante lo cual nuestro becario inicia sus tareas indagadoras y concluye que fue de 3 años. Tras este breve paréntesis continúa la tertulia con la intervención de Bernardo que de forma concisa y con claridad meridiana apostilla: no me ha gustado nada y agradezco que no hubiera notas a pie de página, la historia no me llamó desde el primer momento. Toma la palabra Victoria que relata cómo el inicio tan contenido, tan lento, la sensación de que siempre estaban reprimiéndose, le produjo cierto desasosiego, pero que la idea que va poco a surgiendo de una relación no ideal que a ellos les sirve, le parece respetable y comienza a interesarle. Además descubre una prosa muy metafórica en algunos momentos, como cuando cuenta la afición del maestro a coleccionar pilas y lo que eso significa en relación con la aceptación del paso del tiempo. Siente sin embargo que a menudo el maestro trata con desprecio a Tsukiko, pero “siempre hay un roto para un descosido”. Marian señala también que le ha gustado por lo diferente, que ha descubierto una forma de relacionarse más pausada, una contención en los sentimientos que nosotros no concebimos. A medida que la relación avanzaba, ella se negaba a la idea de que el maestro muriera; esperaba algo más de sexo que no sólo el “momento teta” y le sorprende lo ingenuo de algunas vivencias, como el viaje a Disneyland, que hace pensar en una relación un poco ambigua, tal vez más cercana a la de padre-hija. A todo lo anterior Sandra añade que no recordaba el título, pero al iniciar la lectura comprobó que ya lo había leído, ocho años atrás, y que le gustó porque le pareció una narración muy elegante, muy delicada y una historia triste que le conmovió.

5-      Para finalizar, haciendo balance, concluimos que el libro es un relato entrañable  y constituye una agradable y placentera lectura, con no pocos aciertos y momentos destacables, si bien adolece de algo más de ritmo narrativo y de la vorágine de eventos a que nos tiene habituados la narrativa de estos lares. Bernardo  añade que le ha agradado el hecho de que esta novela haya tenido tantas lecturas distintas como comensales nos reunimos alrededor de esta mesa.

6-      Y llegado el momento de proponer una nueva lectura, varios tertulianos consideramos que el antedicho Bernardo debería ser quien eligiese el título, puesto que no acertamos a proponerle lecturas de su agrado, a lo que, haciendo alarde de habilidad y estrategia, responde raudo que cede gentilmente su turno a Teresa, puesto que posiblemente, nos abandone por climas más cálidos en un futuro cercano. Ante  sugerencia tan cortés, nuestra amiga nos propone Pequeño catálogo de piratas y soledades, del vallisoletano Vicente Álvarez (editorial Difácil). Y nos emplazamos para una fecha aún no definida, mientras abandonamos la Casa del Arte luciendo todos una amplia sonrisa.




En Valladolid, a 8 de mayo de 2013.


María José Manzano. Secretaria accidental (una vez más).

5 comentarios:

  1. Por fin puedo leer el acta!
    Qué gusto leerte, Secretaria, Secretaria.
    Ya me han entrado ganas de comprar el libro y leer.
    Por fin hace bueno y se está a gusto leyendo el cualquier sitio.
    A todo esto, ¿qué libro compro?
    Saludos a mis queridos tertulian@s.
    Sandra

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  2. Por cierto, aprovecho la ocasión para desearos a tod@s FELIZ VERANOOOOOOO, que os lo merecéis porque os lo habéis currao!!
    (Y ya que va de cumplidos, felicidades a l@s artífices de la nueva interfaz, preciosa!)

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  3. Otra cosa, una duda: ¿por qué sale la cara de la Secre en mis comentarios? Creo que estoy haciendo algo mal...

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  4. Es verdad, Mariola, parece q en este blog sólo escribo yo.
    seguramente he sido yo la q ha hecho algo mal

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