miércoles, 13 de julio de 2016

LOS AMORES LUNÁTICOS

Undécima Tertulia Alejandría (Viernes 24 de Junio 2016)

¿Por qué cambiar?. Si todo nos va a la perfección continuemos celebrando estas reuniones gastronómico-literarias en La Casa del Arte en Simancas.  ¿Alguien puede pedir más que a la hora de comer estar disfrutando con este “paisaje”       
                                                      
            .
No se puede pedir más a la atención, simpatía y amabilidad con la que nos tratan todos los días.
No se puede pedir más al ambiente agradabilísimo creado por los compañeros asistentes en cada una de las reuniones, que, en este caso han sido: Esperanza, Mariola, Mariam, Cristina, Bernardo, Mª Victoria, Manuel, Ana, Marisa y Pedro.

Para abrir boca y saciar la sed del día caluroso, tomamos  unas  cañas  en el porche, aperitivo incluído.
Ya entrando en materia (gastronómica) empezamos con un sabroso y refrescante salmorejo, seguido de una ensalada templada de langostinos.
Para el siguiente pudimos elegir entre un CACHOPO y un exquisito bonito a la plancha.
Y, para terminar una deliciosa tarta de queso.
Todo ello regado, como de costumbre, con un estupendo Ribera de Duero. Y asentado con el correspondiente café y chupito.
Siguiendo en materia (literaria), pasamos a dialogar sobre el tema que nos había motivado la reunión: Los amores lunáticos de Lorenzo Silva.


El tema principal es la historia amorosa que vive Pablo,el protagonista, enamorado a la vez de dos mujeres: una chica de su edad, Vanessa, y la profesora de Lengua, Leonor, que es mucho mayor que él. Son dos tipos de amor diferente: uno es el amor llamado humano, el otro es amor platónico. Aunque en el libro los dos son lunáticos… Y temas secundario, aunque no menos importantes: la amistad y la relación padres e hijos.
A priori se trataba de un libro ligerito, de fácil lectura y sin muchas pretensiones, por eso del final de curso en el que uno está un poco más recargado de tareas.
A posteriori  resultó un tema de lo más “animado”, por aquello de que el que más y el que menos ha tenido a lo largo de su vida una “Vanessa”  o una “Leonor”, personajes de primer orden  para el protagonista del libro.
La forma de reaccionar ante “ellas”  resultó ser de lo más variopinto, entre los que se manifestaron al respecto. La “horquilla” iba desde los que se identificaban con el protagonista hasta los que no dijeron si habían tenido o no amores lunáticos.
En cuanto a la calificación otorgada al mismo por los lectores se podría decir que no ha alcanzado una mayoría absoluta la positiva,  aunque si una mayoría simple. La negativa se queda en una minoría de dos, mientras que tres se decantan por flojo, habiendo una abstención.
Si bien es cierto que el libro, en su aspecto culto,  abre un abanico de posibilidades, bien directamente  o por referencias,  para poder derivarse uno a  la lectura de  autores como Garcilaso de la Vega, Becquer, Antonio Machado,  Raymond Radiguet, que a raíz de su libro, El diablo en el cuerpo, se podría hacer referencia   al fin de la novela amorosa, piedra de toque del naturalismo en la que habían incursionado, con suertes dispares, desde Dumas hasta Tolstoi, pasando por Balzac, Flaubert y Maupassant. Más referencias: trata el amor de una forma totalmente opuesta a Ana Karenin. Su erótica tiene la fuerza de Shakespeare, pero también la crueldad de Lautréamont, la lucidez destructiva de Rimbaud, el humorismo furioso y compasivo que Céline abordaría en su Viaje, la extraordinaria precisión emocional de Proust… y alguno más como Platón, Petrarca, Zorrilla…
Naturalmente que todo esto no es de mi cosecha. Lo he encontrado al leer comentarios sobre el libro en cuestión.
Y llegado el momento de programar la siguiente  lectura , se sometieron a votación las tres propuestas que había sobre la mesa, decantándonos por “La sangre de los libros” de Santiago Posteguillo. Veremos a ver lo que nos depara.  ¡¡FELIZ VERANO!1.

                                         

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