lunes, 2 de mayo de 2016

LOS AMORES LUNÁTICOS


Cómo se pueden querer dos mujeres a la vez... y no estar loco...




… o los amores lunáticos, de un adolescente que  (aunque suene pomposo) “despierta a la vida”... y su vida se vuelve un carrusel de sentimientos, hasta el momento -para él- desconocidos…
Se trata de un relato para adolescentes, pero el escritor, Lorenzo Silva (1966)...  ya no lo era (por aquel entonces -2002-),... así que nos encontramos ante un adulto, que ya ha pasado esa complejísima etapa… por ello, dudo mucho que, a pesar de su aparente simpleza, esté escrita sólo para jovenzuelos…
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... salvo que algunos no hayamos nunca pasado de esa etapa, y por ello nos parezca, pueda parecer otra cosa, cuando tenemos algunos sentimientos a flor de piel (los días de lluvia, por ejemplo) y (“al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar” )... y... contemplamos el cada vez más rápido (e inexorable) fluir de la vida.


“Está bien soñar con ella, pero me temo que habrá que dejar pasar el tiempo, y lo más probable es que cuando pase el tiempo ya nada pueda ser”


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¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Seguramente NO, pero ante la distancia “de lo perdido para siempre” se adopta/adopto un sentimiento de nostalgia (debe ser mi vena romántica... que no siempre consigo controlar).


…”no hay penas que uno recuerde con tanto cariño, al cabo del tiempo, como las penas del amor”.
(aunque)
“...la verdad es que del todo, lo que se dice del todo, no llegas a olvidarlas nunca. Se te quedan clavadas en alguna parte, y cuando menos lo esperas, vuelven a salir. Y a doler”.


También puede ser, que, en esta obra, (y en otras) me identifico plenamente, con el autor (y con el protagonista)...
“Y es que la vida es un asunto bastante desconcertante”.




El libro comienza con la frase “Sólo en el recuerdo se nos muestra lo maravilloso” Raymond Radiguet (1903-1923), El baile del conde de Orgel...
… y este autor “aparece” varias veces en la novela… con su otra obra “El diablo en el cuerpo
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... Y con diferentes pretextos, se habla de otros autores…

… y otras obras...




… y grupos musicales (algunos, <ni me suenan>)...
Extremoduro, Massive attack, Iron Maiden,...


… y antiguallas informáticas…
mp3

… y el alfabeto cirílico


… y si hay una profesora de literatura, ¡qué menos que llamarse Leonor!



Tema del amor, en general...

-- "… el peor error que puede cometer un hombre es perder la cabeza por una mujer inadecuada".


-- “El amor es siempre una distracción, sí, aunque quizá una de las más agotadoras  y puñeteras que existen.; basta con fijarse  en cómo salen parados quienes caen víctimas de él”.


-- “... esa tristeza como un regustillo que nos produce el amar a alguien cuando la historia de nuestro amor todavía no está escrita, cuando solo es un futuro incierto en el que se apuntan los sinsabores, pero también la ilusión de la felicidad”


-- “Esa es otra forma de reconocer el amor. como se trata de un sentimiento contrario a la lógica, uno no encuentra en la amada la manifestación o la confirmación de lo que le ha gustado siempre, que es lo que cabría esperar , sino que por culpa de ella se sorprende admirando lo que antes le daba risa o le traía al fresco”.



Amor a una profesora:
“Ya que nunca podría recibir de ella otra clase de aprobación, rocé el nirvana cuando me felicitó por aquel ejercicio. Sentir sobre mí su mirada cálida, ver su sonrisa dedicada solo a mí. Era un placer de dioses"


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Hay un momento que la "situación" me recuerda un artículo (10-IX-1995) de Pérez Reverte“las profesoras, cuando como la tuya son... jóvenes..., suelen tener bicho. Quiero decir novio, amigo o marido. Y cuando no, pues resultan menos receptivas a la sonrisa de un alumno que al maduro aplomo de un jefe de estudios cuarentón o a los armónicos dorsales de un profesor de Gimnasia (la mía de Griego, lo que es la vida, se casó con el de Gimnasia)”



Amistad:


-- "... tendemos a creer que la amistad es una cuestión de compartir diversiones, de echarse una mano o de pasar tiempo juntos… lo esencial, lo definitivo, es poder compartir las miserias”


-- "…éramos amigos porque nada del otro nos era ajeno"




Y, desde mi particular punto de vista, lo más inverosímil de la novela...

... es el tejado, que servía de plataforma al protagonista, pues... aparentemente,

 ¡¡¡NO CAUSÓ GOTERA ALGUNA!!!






OPINIONES VARIAS:







Otros amores lunáticos que (casi)solo se parecen en el nombre




El atemperado discordante

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